* Para febrero de 1810 casi toda España se encontraba en manos de los franceses. Un Consejo de Regencia gobernaba la península en nombre de Fernando VII, prisionero de Napoleón. El 13 de mayo de 1810 llegaron a Buenos Aires las noticias de la caída de la Junta Central de Sevilla, último bastión del poder español.
La autoridad que había designado al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros había, por tanto, caducado y la propia autoridad del virrey se encontraba cuestionada. Pronto Cisneros debió ceder a las presiones de las milicias criollas y de un grupo de jóvenes revolucionarios y convocó a un Cabildo Abierto para el 22 de mayo de 1810. El Cabildo, dominado por españoles, burló la voluntad popular y estableció una junta de gobierno presidida por el propio Cisneros. Esto provocó la reacción de las milicias y el pueblo. Cornelio Saavedra y Juan José Castelli obtuvieron la renuncia del ex virrey.
El 25 de mayo, reunido en la Plaza de la Victoria, actual Plaza de Mayo, el pueblo de Buenos Aires finalmente impuso su voluntad al Cabildo creando la Junta Provisoria Gubernativa del Río de la Plata integrada por: Cornelio Saavedra, presidente; Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matheu, Juan Larrea, vocales; y Juan José Paso y Mariano Moreno, secretarios. Quedó así formado el primer gobierno patrio, que no tardó en desconocer la autoridad del Consejo de Regencia español.
* Extracto tomado de Pigna. F. (2004) «Los mitos de la historia Argentina» , Buenos Aires, Norma.
Rock y revolución
La Revolución de Mayo (Científicos del Palo)
Napoleón e Inglaterra,
se reparten la Tierra.
Y en América, los españoles,
nos venden a Cristo y sus apóstoles.
La “Madre Patria” saquea y mata
en el Virreinato del Río de la Plata.
Mientras el pueblo echa a los ingleses,
ve que el imperio no es lo que parece.
Cuando se cae la Junta de Sevilla
los criollos saben que ha perdido su silla.
Las familias patricias, genuflexas,
van para atrás, piensan en reversa:
esos cipayos, entregadores,
siempre del lado de los conquistadores.
Cae la lluvia
y cae el Virrey:
la Junta es ley.
La legión infernal
frente al Cabildo.
En la Plaza Mayor
son como seiscientos.
“¿Dónde está el pueblo?” ,
se burlan los gallegos.
“Váyanse”, dice French ,
“o los prendemos fuego”.
Saavedra es el títere de la Alta Sociedad ,
Castelli y Belgrano van por la Libertad.
Moreno quiere para el Estado un “abrigo”,
expropiando riquezas del enemigo.
Quiere hacer fábricas ese abogado
y en un barco “pirata” morirá envenenado.
Llegan gobiernos centralistas,
y al interior lo pierden de vista.
Buenos Aires tiene la aduana,
y no repartir está en la naturaleza humana.